
Tabla de Contenidos
- Resumen Ejecutivo: El Panorama de Finanzas Privadas en Panamá en 2025
- Principales Impulsores Económicos y Tendencias del Sector
- Marco Regulatorio: Leyes, Tributación y Aspectos Esenciales de Cumplimiento
- Principales Actores: Instituciones Financieras y Corporaciones Líderes
- Acceso al Capital: Banca, Capital de Riesgo y Capital Privado
- Transformación Digital: Fintech, Innovación y Disrupción en el Mercado
- Iniciativas de ESG y Finanzas Sostenibles
- Factores de Riesgo: Desafíos Macroeconómicos, Políticos y Legales
- Estadísticas Clave y Proyecciones de Mercado (2025–2030)
- Perspectiva Futura: Oportunidades Estratégicas y Puntos Calientes de Inversión
- Fuentes y Referencias
Resumen Ejecutivo: El Panorama de Finanzas Privadas en Panamá en 2025
El panorama de finanzas del sector privado en Panamá en 2025 refleja un entorno dinámico, moldeado por la modernización regulatoria, una robusta actividad bancaria y una creciente integración con estándares financieros internacionales. El país continúa aprovechando su posición geográfica estratégica y su economía dolarizada, que contribuyen a un sector financiero estable y atraen inversionistas internacionales. A inicios de 2025, Panamá alberga más de 80 bancos licenciados, con activos bancarios totales que superan los 130 mil millones de dólares, reforzando su estatus como un centro financiero regional (Superintendencia de Bancos de Panamá).
En los últimos años, se han visto reformas regulatorias significativas destinadas a fortalecer el cumplimiento de las normas de prevención de lavado de dinero (AML) y combate al financiamiento del terrorismo (CFT). En octubre de 2023, Panamá fue eliminado de la «lista gris» del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), tras la implementación de requisitos de debida diligencia mejorados y mecanismos de monitoreo más estrictos para bancos y entidades no financieras (Ministerio de Economía y Finanzas). La adopción de la Ley 129 de 2020 introdujo un registro de propiedad beneficiaria efectiva (UBO), que se operacionalizó en 2022-2023, mejorando significativamente la transparencia corporativa y la confianza de los inversionistas.
El acceso al crédito para las empresas sigue siendo fuerte, impulsado tanto por bancos nacionales como internacionales. La cartera de préstamos corporativos se expandió a una tasa anual promedio del 7% en 2023-2024, con aumentos notables en financiamiento para los sectores de logística, bienes raíces y energía (Superintendencia de Bancos de Panamá). La Bolsa de Valores de Panamá también ha visto un aumento en la actividad, particularmente en emisiones de bonos, reflejando la creciente sofisticación de los emisores corporativos locales (Bolsa de Valores de Panamá).
Las expectativas de cumplimiento para el financiamiento del sector privado se han intensificado, con un enfoque supervisor actual sobre enfoques basados en riesgos y la transformación digital. La Superintendencia de Bancos ha emitido nuevas pautas para la integración de fintech para fomentar la innovación financiera mientras se protege la integridad sistémica (Superintendencia de Bancos de Panamá). Los actores del sector privado están adoptando herramientas de cumplimiento avanzadas, que incluyen monitoreo de transacciones impulsado por IA y procesos mejorados de debida diligencia del cliente.
De cara al futuro, las perspectivas para las finanzas del sector privado en Panamá siguen siendo positivas, pero están estrechamente vinculadas a las condiciones económicas globales y a la vigilancia regulatoria continua. Se anticipan oportunidades clave en finanzas sostenibles, banca digital e inversión transfronteriza. Sin embargo, el cumplimiento sostenido con los estándares internacionales en evolución de AML/CFT y los compromisos de transparencia fiscal internacional serán esenciales para mantener la competitividad y la estabilidad financiera de Panamá en los próximos años.
Principales Impulsores Económicos y Tendencias del Sector
El panorama de finanzas del sector privado en Panamá en 2025 está moldeado por el papel estratégico del país como centro financiero regional, las reformas regulatorias en curso y un énfasis creciente en el cumplimiento y la transparencia. El sector de servicios financieros, que representa más del 7% del PIB, sigue siendo un motor crítico de la actividad económica, aprovechando la economía dolarizada de Panamá y su infraestructura bancaria robusta. A inicios de 2025, hay más de 60 bancos operando en el país, incluyendo una mezcla de instituciones locales e internacionales bajo la supervisión de la Superintendencia de Bancos de Panamá.
En los últimos años, se han visto desarrollos regulatorios significativos destinados a fortalecer la integridad y la resiliencia del sector financiero. En 2023, el gobierno panameño promulgó la Ley 254, que aborda la prevención del lavado de dinero (AML), la transparencia fiscal y el reporte de propiedad beneficiaria en respuesta a recomendaciones internacionales. Esta ley mejora los requisitos de debida diligencia tanto para entidades financieras como no financieras, y exige reportes regulares al Ministerio de Economía y Finanzas y a los reguladores pertinentes. Los esfuerzos continuos de Panamá para alinearse con los estándares del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) llevaron a su eliminación de la «lista gris» en octubre de 2023, señalando prácticas mejoradas de cumplimiento y gestión de riesgos en el sector (Ministerio de Economía y Finanzas).
Las tendencias clave que impulsan las finanzas del sector privado incluyen la transformación digital de los servicios financieros y una mayor participación de empresas fintech. La Superintendencia de Bancos ha introducido pautas para la banca electrónica y la incorporación digital, con el objetivo de equilibrar la innovación con la protección del consumidor y el cumplimiento de AML. Los préstamos fintech, las plataformas de pago y las billeteras digitales están en expansión, impulsados por la apertura regulatoria y la demanda de inclusión financiera (Superintendencia de Bancos de Panamá).
El préstamo del sector privado en Panamá sigue siendo robusto, con el crédito al sector privado creciendo a una tasa estimada del 6% anualmente a partir de 2024, apoyado por fuertes ratios de liquidez y posiciones de capital ajustadas por riesgo. Sin embargo, el sector también enfrenta desafíos, incluyendo incertidumbres económicas globales, un escrutinio internacional más estricto, y la necesidad de una mayor modernización, particularmente en la gestión de riesgos y la infraestructura digital. Se espera que la colaboración continua entre las autoridades financieras y los actores de la industria fomente la resiliencia, con un enfoque continuo en el cumplimiento, la digitalización y las finanzas sostenibles en los próximos años (Superintendencia de Bancos de Panamá).
Marco Regulatorio: Leyes, Tributación y Aspectos Esenciales de Cumplimiento
El marco regulatorio de Panamá para las finanzas del sector privado está moldeado por un entorno legal robusto, políticas fiscales en evolución y medidas de cumplimiento centradas en alinear al país con los estándares internacionales mientras se apoya la inversión y el crecimiento económico. La principal ley que rige las entidades comerciales es el Código de Comercio, complementada por estatutos específicos como la Ley 32 de 1927 para corporaciones y la Ley 4 de 2009 para Sociedades de Responsabilidad Limitada, que brindan estructuras flexibles para inversionistas nacionales y extranjeros. La Superintendencia de Bancos de Panamá regula las instituciones bancarias y financieras, asegurando la estabilidad del sector y la conformidad con normas de prevención de lavado de dinero (AML) y combate al financiamiento del terrorismo (CFT).
En los últimos años se han visto actualizaciones legislativas significativas para reforzar la transparencia y la cooperación internacional. La Ley 129 de 2020 estableció el Registro de Propiedad Beneficiaria, exigiendo a los agentes residentes divulgar y mantener información actualizada sobre los propietarios finales de las entidades legales. En línea con las recomendaciones del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), Panamá ha intensificado su supervisión regulatoria y las obligaciones de reporte para intermediarios financieros y empresas no financieras designadas. Estos pasos son cruciales mientras el país trabaja para salir permanentemente de la lista gris del GAFI, lo que impacta directamente el acceso del sector privado a los mercados financieros globales (Ministerio de Economía y Finanzas).
La tributación está regida por el Código Fiscal, con la tasa general del impuesto sobre la renta corporativa fijada en el 25%. Panamá mantiene un sistema tributario territorial, gravando solo los ingresos generados dentro de sus fronteras. Sin embargo, enmiendas recientes, como la Ley 254 de 2021, fortalecen las regulaciones de precios de transferencia, introducen requisitos de sustancia para entidades multinacionales y amplían el alcance de los acuerdos de intercambio de información. La Dirección General de Ingresos (DGI) ha acelerado la digitalización, haciendo que el cumplimiento y el reporte tributario sean más eficientes y transparentes.
Los aspectos esenciales de cumplimiento para las entidades del sector privado incluyen una rigurosa debida diligencia del cliente, un mejor registro y la presentación oportuna de transacciones sospechosas. Las instituciones financieras deben adherirse a las pautas de la Unidad de Análisis Financiero (UAF), la Unidad de Inteligencia Financiera de Panamá, así como a las presentaciones periódicas ante la DGI y la Superintendencia de Bancos. El incumplimiento puede resultar en sanciones administrativas, riesgo reputacional y restricciones operativas.
De cara a 2025 y más allá, se espera que el paisaje regulatorio de Panamá siga evolucionando, con un mayor endurecimiento de las obligaciones de cumplimiento, una mayor cooperación transfronteriza y una continua transformación digital. Estos desarrollos tienen como objetivo consolidar la reputación de Panamá como un centro financiero regional mientras se asegura la alineación con las mejores prácticas globales y las expectativas de los inversores.
Principales Actores: Instituciones Financieras y Corporaciones Líderes
El financiamiento del sector privado en Panamá está dominado por un robusto sector bancario y varias grandes corporaciones que desempeñan roles clave en las economías tanto nacionales como regionales. A partir de 2025, la ubicación geográfica estratégica del país, su marco legal estable y su economía abierta continúan atrayendo instituciones financieras internacionales y corporaciones multinacionales.
La Superintendencia de Bancos de Panamá (SBP) supervisa más de 80 bancos, incluyendo entidades nacionales y bancos internacionales prominentes como Banco de Bogotá Panamá, Banistmo (miembro de Grupo Bancolombia), BAC International Bank y Multibank. Según la SBP, a partir del primer trimestre de 2025, los activos totales del sector bancario superaron los 140 mil millones de dólares, con un crecimiento en el crédito al sector privado que se recuperó a una tasa anualizada del 6.8% tras la desaceleración de la pandemia.
Más allá de la banca, el sector financiero abarca actores clave en seguros, arrendamiento y servicios fiduciarios. MAPFRE Panamá y Assa Compañía de Seguros lideran el mercado de seguros, mientras que Banistmo Leasing y Multileasing son prominentes en el financiamiento de activos y arrendamiento.
Corporaciones con sólidas divisiones financieras, como Corporación Panameña de Aviación (Copa Airlines) y Celsia Centroamérica, mantienen actividades significativas de endeudamiento e inversión, reforzando su rol como clientes ancla para los bancos panameños. Adicionalmente, conglomerados como Grupo Copa y Super 99 son cruciales para los mercados de capital locales y emiten regularmente bonos corporativos.
El cumplimiento regulatorio sigue siendo riguroso. Desde la promulgación de la Ley 23 (2015) y la implementación del régimen de prevención de lavado de dinero (AML) de la Unidad de Análisis Financiero (UAF), las instituciones financieras panameñas han intensificado los controles KYC, AML y de combate al financiamiento del terrorismo de acuerdo con estándares internacionales. Se esperan reformas continuas en respuesta a las recomendaciones del GAFI que darán forma aún más a los marcos de cumplimiento en los próximos años.
Mirando hacia el futuro, la transformación digital está acelerándose entre los principales actores, con instituciones como Banistmo y BAC International Bank invirtiendo fuertemente en asociaciones con fintech y servicios móviles para expandir la inclusión financiera. Las perspectivas del sector siguen siendo positivas para 2025-2027, impulsadas por un crecimiento macroeconómico estable, inversión extranjera directa sostenida y el papel continuo de Panamá como una puerta financiera para América Latina.
Acceso al Capital: Banca, Capital de Riesgo y Capital Privado
El panorama de finanzas del sector privado en Panamá ha evolucionado considerablemente en los últimos años, moldeado por su robusto sector bancario, un ecosistema emergente de capital de riesgo (VC) y el desarrollo gradual de la actividad de capital privado (PE). En 2025, el acceso al capital para las empresas—especialmente pequeñas y medianas empresas (PYMEs)—sigue siendo un punto focal para el crecimiento y la diversificación económica.
El sistema bancario panameño, compuesto por más de 60 bancos, es regionalmente significativo y está bien regulado bajo la supervisión de la Superintendencia de Bancos de Panamá. A finales de 2024, los activos totales del sistema bancario superaron los 140 mil millones de dólares, con el crédito al sector privado representando más del 45% del PIB. El sector se caracteriza por altos niveles de liquidez y fuerte capitalización, con un ratio de adecuación de capital superior al 15%, muy por encima de los mínimos de Basilea III. Las mejoras regulatorias recientes, como protocolos de prevención de lavado de dinero (AML) más estrictos y medidas de evaluación de riesgos, alinean a Panamá con los estándares internacionales y apoyan la confianza de los inversionistas Superintendencia de Bancos de Panamá.
Sin embargo, el acceso a préstamos tradicionales de banco sigue estando concentrado entre las empresas establecidas con colaterales sólidos. Reconociendo la importancia de las PYMEs, el gobierno ha fortalecido el apoyo a través de esquemas de garantía de crédito y asociaciones con instituciones multilaterales. Por ejemplo, el Ministerio de Comercio e Industrias ha ampliado programas para facilitar el crédito a PYMEs, y actualizaciones continuas en la plataforma Panamá Emprende simplifican el registro de negocios y el acceso a incentivos financieros.
El capital de riesgo y el capital privado aún son incipientes, pero están creciendo. Las reformas legales en Panamá, como la Ley 186 de 2020, que proporciona un marco regulatorio para los esquemas de inversión colectiva, han incentivado el establecimiento de fondos de inversión dirigidos a startups locales y empresas en crecimiento. La Superintendencia del Mercado de Valores continúa mejorando los estándares de cumplimiento y las protecciones para inversionistas, contribuyendo a aumentar la transparencia del mercado. Los vehículos de inversión privada están cada vez más activos en sectores como fintech, logística y energía sostenible, reflejando tendencias regionales.
De cara a 2025 y más allá, las perspectivas para las finanzas del sector privado en Panamá son cautelosamente optimistas. La alineación continua de regulaciones con estándares globales, el apoyo del gobierno para las finanzas de las PYMEs y el creciente interés de los inversionistas—particularmente en tecnología y sectores verdes—se espera que amplíen el acceso al capital. Sin embargo, permanecen desafíos en la profundización de los mercados de capital y la expansión de la participación de VC y PE. Iniciativas políticas estratégicas y mejoras regulatorias sostenidas serán clave para fomentar un ecosistema financiero más inclusivo y dinámico.
Transformación Digital: Fintech, Innovación y Disrupción en el Mercado
El sector privado de finanzas de Panamá está experimentando una rápida transformación digital, con innovaciones fintech y disrupciones en el mercado que están moldeando significativamente el panorama a partir de 2025. El compromiso del gobierno con la digitalización, combinado con una modernización regulatoria proactiva, ha fomentado un entorno favorable para el crecimiento de fintech y una inclusión financiera más amplia.
Un desarrollo importante fue la promulgación de la Ley 129 de 2020, conocida como el «Sistema Electrónico para el Almacenamiento de Valores», que estableció marcos legales claros para los instrumentos financieros digitales y sentó las bases para una mayor innovación. En 2023, la Superintendencia de Bancos de Panamá (SBP) y la Superintendencia del Mercado de Valores de Panamá (SMV) lanzaron «sandbox regulatorios», permitiendo a las startups fintech probar productos digitales bajo supervisión regulatoria. Estas iniciativas aceleran la adopción de pagos digitales, neobancos y plataformas de préstamos alternativos.
Las estadísticas del mercado subrayan el dinamismo del sector. En 2024, Panamá albergó más de 80 empresas fintech activas, con un incremento del 30% interanual en transacciones digitales reportadas por la SBP. Las billeteras digitales y las aplicaciones de banca móvil ahora representan casi el 40% del volumen de pagos minoristas, lo que indica un rápido cambio de las transacciones tradicionales basadas en efectivo. Los neobancos y los proveedores de servicios de pago están aprovechando la posición estratégica de Panamá como centro financiero regional para expandir servicios a través de América Central y el Caribe.
Las medidas de cumplimiento y prevención de lavado de dinero (AML) siguen siendo centrales para la agenda de finanzas digitales. La Unidad de Análisis Financiero (UAF), en colaboración con la SBP y la SMV, emitió pautas actualizadas en 2024 que exigen protocolos de Conocer a tu Cliente (KYC) robustos para los proveedores de servicios financieros digitales. Se han implementado estándares mejorados de monitoreo y reporte de transacciones en tiempo real para alinearse con las recomendaciones del Grupo de Acción Financiera Internacional.
Mirando hacia 2025 y más allá, las perspectivas siguen siendo positivas. La Hoja de Ruta de Banca Digital de la SBP, lanzada a finales de 2024, establece objetivos ambiciosos para la digitalización adicional del sector, incluidos marcos de banca abierta y interoperabilidad transfronteriza. La SMV está preparando regulaciones adicionales para facilitar la emisión de activos digitales y la tokenización, con el objetivo de atraer inversión extranjera y fomentar el desarrollo del mercado de capitales. Se espera que la colaboración continua entre reguladores, actores del sector privado y socios internacionales cementen el estatus de Panamá como un líder en finanzas digitales en la región.
Iniciativas de ESG y Finanzas Sostenibles
En los últimos años, Panamá ha tomado medidas significativas para mejorar las iniciativas de Medio Ambiente, Social y Gobernanza (ESG) y finanzas sostenibles dentro de su sector privado, alineándose con tendencias globales y expectativas de los inversores. El sector financiero del país está integrando cada vez más consideraciones ESG en sus operaciones, con un impulso notable que se ha ganado tras desarrollos regulatorios y cooperación internacional.
Un hito crucial fue el lanzamiento de la estrategia de Finanzas Sostenibles de la Superintendencia de Bancos de Panamá (SBP) en julio de 2023. Esta estrategia tiene como objetivo promover la integración de criterios de sostenibilidad en la gestión de riesgos, inversión y prácticas de préstamo del sector bancario. Las pautas de la SBP fomentan a los bancos a divulgar los riesgos ESG, identificar vulnerabilidades relacionadas con el clima y fortalecer las carteras de préstamos verdes. Para 2025, los bancos que representan más del 70% de los activos financieros de Panamá han adoptado formalmente marcos ESG o están en proceso de implementarlos, reflejando un cambio de medidas voluntarias a un cumplimiento más estructurado.
A nivel legislativo, Panamá promulgó la Ley No. 295 de 2022, que establece el marco para las finanzas sostenibles y la emisión de bonos verdes. La ley establece incentivos para que entidades privadas inviertan en proyectos con impactos ambientales y sociales positivos, particularmente en energía renovable, agricultura sostenible y adaptación al cambio climático. El Ministerio de Economía y Finanzas supervisa la implementación de estos incentivos, incluidos beneficios fiscales y apoyo técnico para los proyectos que califican.
El compromiso de Panamá se refleja aún más en su participación en la Estrategia Nacional de Finanzas Sostenibles, que moviliza tanto a actores públicos como privados para aumentar las finanzas verdes. A partir de 2025, los bancos panameños han emitido colectivamente bonos verdes que superan los 500 millones de dólares, con los ingresos dirigidos hacia la resiliencia de infraestructuras, eficiencia energética y conservación de la biodiversidad.
Los requisitos de cumplimiento y reporte están evolucionando. La SBP ha comenzado programas piloto para pruebas de estrés por riesgo climático dentro de los principales bancos, alineados con las recomendaciones del Grupo de Trabajo sobre Divulgaciones Financieras Relacionadas con el Clima (TCFD). La Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa y otros organismos del sector privado también están promoviendo capacidades y mejores prácticas ESG entre sus miembros.
De cara al futuro, se espera que las finanzas del sector privado de Panamá continúen creciendo en ESG y finanzas sostenibles. Se espera que los organismos reguladores avancen hacia divulgaciones ESG obligatorias para 2026, ampliando el alcance de los productos de finanzas sostenibles y mainstreaming consideraciones ESG en la asignación de capital. La convergencia de incentivos regulatorios, demanda del mercado y asociaciones internacionales probablemente hará de Panamá un líder regional en finanzas sostenibles en los próximos años.
Factores de Riesgo: Desafíos Macroeconómicos, Políticos y Legales
El panorama de finanzas del sector privado en Panamá en 2025 está moldeado por una confluencia de factores de riesgo macroeconómicos, políticos y legales que impactan tanto a los inversionistas nacionales como internacionales. A pesar de la resiliencia del sector bancario del país y su estatus histórico como centro financiero, varios desafíos generan incertidumbre y demandan una vigilancia del cumplimiento más estricta.
- Riesgos Macroeconómicos: Se espera que el crecimiento del PIB de Panamá se modere tras un rebote pospandémico, con el Ministerio de Economía y Finanzas proyectando un crecimiento alrededor del 5% en 2025. Sin embargo, riesgos como presiones inflacionarias, dependencia del Canal de Panamá (que ha enfrentado restricciones operativas debido a la sequía y a interrupciones globales en el envío), y vulnerabilidades externas vinculadas a la política monetaria de EE.UU. permanecen significativos. La Superintendencia de Bancos de Panamá señala que, aunque el sector bancario sigue estando bien capitalizado, los préstamos no productivos han aumentado ligeramente, reflejando incertidumbres económicas más amplias.
- Estabilidad Política y Social: La incertidumbre política es mayor en un contexto pre y post electoral (las elecciones generales se llevaron a cabo en mayo de 2024). La continuidad de las políticas es una preocupación, especialmente con respecto a las reformas fiscales y medidas anticorrupción. El descontento social por la desigualdad y la prestación de servicios públicos se manifiesta ocasionalmente en protestas, planteando posibles riesgos operativos para las instituciones financieras. La Presidencia de Panamá ha enfatizado el fortalecimiento institucional, pero el ritmo de las reformas está siendo seguido de cerca.
- Cumplimiento Legal y Regulatorio: Panamá ha llevado a cabo reformas legales significativas para abordar deficiencias en su régimen de prevención de lavado de dinero (AML). En octubre de 2023, el país fue eliminado de la «lista gris» del GAFI, reflejando progresos en el cumplimiento regulatorio y la supervisión. Sin embargo, el monitoreo continuo por parte de la Unidad de Análisis Financiero (UAF) y la Superintendencia de Bancos de Panamá aseguran que las cargas de cumplimiento sigan siendo altas para las entidades financieras del sector privado. La implementación de la Ley 254 (2021) y sus regulaciones, destinadas a aumentar la transparencia en la propiedad beneficiaria y en el reporte, continúa impactando las estructuras de financiamiento corporativo.
- Perspectiva: La perspectiva para las finanzas del sector privado en Panamá sigue siendo cautelosamente optimista. La fuerte infraestructura financiera y las mejoras regulatorias respaldan la confianza de los inversionistas, pero persisten riesgos negativos debido a vientos en contra económicos globales, dinámicas políticas locales y costos de cumplimiento. La gestión efectiva de riesgos y una debida diligencia robusta son cada vez más necesarias para navegar este entorno en evolución.
Estadísticas Clave y Proyecciones de Mercado (2025–2030)
El panorama de finanzas del sector privado en Panamá está moldeado por su robusto sistema bancario, incentivos de inversión y marcos regulatorios en evolución. A partir de 2025, la nación continúa aprovechando su ubicación estratégica y su economía basada en el dólar estadounidense, posicionándose como un centro financiero regional. Según la Superintendencia de Bancos de Panamá, el sector bancario reportó activos totales que superaron los 140 mil millones de dólares en 2024, con el crédito al sector privado contabilizando casi 57 mil millones de dólares, lo que representa un crecimiento interanual de aproximadamente el 5%. El préstamo al sector privado se distribuye principalmente entre bienes raíces (27%), comercio (21%) y construcción (18%).
Los flujos de inversión extranjera directa (IED) siguen siendo fuertes, con el Ministerio de Comercio e Industrias destacando más de 5.3 mil millones de dólares en IED en 2023, una cifra que se proyecta aumentará moderadamente hasta 2025 a medida que se expandan los proyectos de infraestructura y logística. Las pequeñas y medianas empresas (PYMEs) reciben una atención creciente: a partir de 2024, el financiamiento a PYMEs representó el 15% del préstamo al sector privado, con programas recientes del gobierno y multilaterales que buscan aumentar esta participación hasta el 20% para 2030.
Acciones legislativas recientes, como la Ley 254 de 2021 y sus enmiendas posteriores, han fortalecido los requisitos de prevención de lavado de dinero (AML) y de transparencia para las instituciones financieras privadas. El Ministerio de Economía y Finanzas anticipa que el cumplimiento continuo con los estándares internacionales apoyará los esfuerzos de Panamá para mantener su eliminación de listas de vigilancia financiera global, reforzando la confianza de los inversionistas hasta 2030.
Las proyecciones de mercado para 2025-2030 indican que el crédito del sector privado crecerá a un tasa anual compuesta del 4 al 6%, impulsado por las iniciativas de infraestructura en curso en Panamá, incluida la expansión del corredor logístico del Canal de Panamá y nuevos proyectos energéticos. La digitalización también se está acelerando, con más del 65% de los bancos proyectados para ofrecer plataformas de préstamos digitales completas para 2027, según cifras de la industria proporcionadas por la Superintendencia de Bancos de Panamá.
- Crédito del sector privado (2025): ~$60 mil millones proyectados
- Tasa de crecimiento del crédito anual (2025-2030): 4-6%
- Participación del financiamiento a PYMEs (objetivo para 2030): hasta el 20% del préstamo privado
- Activos totales del sector bancario (2024): más de 140 mil millones de dólares
- Penetración de préstamos digitales (2027): 65% de los bancos ofreciendo plataformas digitales
En general, se espera que las finanzas del sector privado de Panamá sigan siendo resilientes y moderadamente expansivas, respaldadas por una regulación estable, conectividad internacional y un creciente énfasis en las finanzas digitales y para PYMEs.
Perspectiva Futura: Oportunidades Estratégicas y Puntos Calientes de Inversión
El panorama de finanzas del sector privado en Panamá está preparado para una evolución significativa a lo largo de 2025 y los años posteriores, impulsado por reformas regulatorias, transformación digital y la posición estratégica del país como centro financiero regional. El compromiso del gobierno para fortalecer los marcos de prevención de lavado de dinero (AML) y mejorar la transparencia está influyendo en los flujos de capital y la confianza de los inversionistas. En 2024, Panamá avanzó en su cumplimiento con los estándares internacionales establecidos por el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), lo que resultó en la eliminación del país de la «lista gris» del GAFI—un hito clave que se espera atraiga aumento en la inversión extranjera directa y restaure el acceso completo a redes bancarias globales (Ministerio de Economía y Finanzas).
Los servicios financieros, particularmente la banca, los seguros y la gestión de activos, siguen siendo pilares estratégicos para el sector privado. A partir de 2023, el sector bancario de Panamá comprendía 67 bancos, con activos totales que superan los 140 mil millones de dólares, subrayando su rol como un centro financiero regional (Superintendencia de Bancos de Panamá). La modernización regulatoria está en curso; la Superintendencia de Bancos ha implementado medidas más estrictas de KYC (Conocer a tu Cliente) y supervisión basada en riesgos, alineándose con los estándares de Basilea III para asegurar la resiliencia y la integridad.
De cara al 2025 y más allá, se anticipan puntos calientes de inversión en fintech y banca digital, impulsados por la promulgación de la Ley 129 de 2024, que formalizó el uso de firmas electrónicas y plataformas digitales para transacciones financieras (Asamblea Nacional de Panamá). Esta claridad regulatoria está fomentando la innovación, con fintechs locales e internacionales expandiendo operaciones para servir tanto a mercados nacionales como transfronterizos. Se espera que el sector de seguros también crezca, impulsado por canales de distribución digitales y una creciente demanda de cobertura corporativa y personal.
Están surgiendo oportunidades estratégicas en finanzas sostenibles e inversión verde, alineadas con los compromisos de Panamá bajo el Acuerdo de París. El gobierno está promoviendo bonos verdes y financiamiento de infraestructura sostenible, con la Bolsa de Valores de Panamá lanzando nuevos instrumentos para atraer a inversionistas enfocados en ESG (Bolsa Latinoamericana de Valores). Además, los sectores de logística, bienes raíces y turismo siguen siendo atractivos debido a la conectividad de Panamá y su clima de inversión favorable.
En general, se espera que las finanzas del sector privado de Panamá experimenten un crecimiento robusto, anclado en mejoras regulatorias, innovación digital y diversificación de productos financieros. Se espera que la vigilancia continua en el cumplimiento y un entorno propicio para nuevas tecnologías den forma a la trayectoria del sector a lo largo del resto de la década.
Fuentes y Referencias
- Superintendencia de Bancos de Panamá
- Unidad de Análisis Financiero
- Banistmo
- BAC International Bank
- Multibank
- MAPFRE Panamá
- Grupo Copa
- Super 99
- Ministerio de Comercio e Industrias
- Panamá Emprende
- Superintendencia del Mercado de Valores
- Estrategia Nacional de Finanzas Sostenibles
- Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa
- Presidencia de Panamá
- Asamblea Nacional de Panamá